Masters 1999: Olazabal y olé

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Monday, Apr. 12 5:04pm ET
Olazabal y olé
By Francisco Aleman

En una ventosa tarde de primavera en Augusta en donde nadie pudo bajar la barrera de los 70 golpes, José María Olazábal utilizó toda su magia en el green para ganar por segunda vez el Masters. Con un golpe de ventaja sobre Greg Norman al comenzar la vuelta, Olazábal necesitó embocar desde 7 metros para birdie en el hoyo13 para mantenerse en la punta luego de que Norman hiciera un águila en ese mismo hoyo. Una hora más tarde caminaba por el fairway del 18 con la tranquilidad de saber que el triunfo no se le podía escapar.
"Cuando pegué el segundo golpe le dije a mi caddie que no quería desconcentrarme y que si bien ya nadie nos podía ganar quería terminar con 4 en el hoyo final", decía el ganador, para luego agregar: "Norman es un buen amigo mío. Cuando estuve enfermo él me llamaba por teléfono para saber como me encontraba y me daba ánimo para que siguiera luchando. Ahora que él estuvo fuera del tour por su operación yo también me preocupé por él y me alegro que esté de nuevo en su mejor nivel. No existe nadie en el mundo que se merezca ganar el Masters más que Greg Norman y espero que algún día pueda cumplir su sueño."
Hace tres años José María Olazábal miraba el Masters por televisión sentado en un sillón de su casa de San Sebastían casi con resignación. Un extraña enfermedad que le impedía caminar, y a la cual nadie le encontraba solución, lo habíia alejado de las canchas de golf, y lo que era aun peor, muchos creyeron que no volvería a caminar nunca más. Olazábal no se entregó. Siguió buscando soluciones y finalmente dio con un médico en Alemania que curó su enfermedad. A comienzos de 1997 volvió a ganar en el European Tour y fue uno de los pilares fundamentales de la victoria de Europa en la Copa Ryder en Valderrama. Olazábal estaba de regreso.
El primer día de competencia tuvo de todo. Para empezar sería la primera vez que los jugadores iban a enfrentar los nuevos cambios introducidos en la cancha de Augusta y también el nuevo rough. El sol por la mañana, el viento del mediodía y por último la lluvia de la tarde que obligó a suspender y a que 12 jugadores tuvieran que volver al día siguiente para terminar la ronda. En ese primer día Olazábal acertó sólo 8 greens y terminó con 70 golpes gracias a los 24 putts que necesitó para completar la ronda. El viernes todo siguió igual para el español que mejoró su juego de cancha y mantuvo su efectividad sobre el green, esta vez fueron 25 los putts que necesitó para presentar una tarjeta de 66 golpes que lo puso al tope de las posiciones. Scott Mc Carron quedaba a un solo golpe del líder, mientras que Norman con una nueva estrategia, mucho más conservadora que en otras oportunidades, terminaba con 68 y se colocaba en excelente posición para el fin de semana.
El sabado fue el día en que los punteros no pudieron jugar bien y los que venían atrás se acercaron a los primeros lugares. De todos ellos el más destacado fue Steve Pate que comenzó el día a 10 golpes de Olazábal, pero una ronda de 65 golpes que incluyó 7 birdies consecutivos lo dejó a tres golpes del líder.
Para el domingo 24 jugadores estaban separados por 6 golpes y cualquiera podía ganar el Masters, entre ellos los favoritos de todos Tiger Woods y David Duval. El viento y banderas puestas en lugares realmente exigentes impidieron los buenos scores y la lucha quedó concentrada en unos pocos. El inglés Lee Westwood fue el primero en moverse en el tablero con 33 golpes, pero un bogey en el 10 y un doble bogey en el 11 terminaron con sus aspiraciones. Duval también llegó a ponerse 5 bajo par, pero un inexplicable error en el 11 lo dejó fuera del torneo. El nuevo numero 1 del mundo estrenó su posición en el World Ranking cometiendo demasiadas equivocaciones y demostró no estar listo para su primer major. Uno por uno fueron desapareciendo los contendientes y todo quedó resumido entonces a lo que hicieran Norman, Love y Olazábal.
A Love no le alcanzó el approach espectacular en el 16 y tuvo que conformarse otra vez con el segundo lugar. Norman cometía bogeys en el 14 y 15, este último fallando el green desde 110 yardas, quizás lo único que se le pueda reprochar al australiano en todo el día. Así el camino quedó abierto para que Olazábal lograra su ultimo birdie en el 16 y encontrara la forma de poner la pelota en el green del 17 desde 195 yardas. Con dos de ventaja y el torneo en sus manos, "Chema" disfrutó cada paso de su caminata por el fairway del 18.
"Este segundo Masters tiene mucho más valor que el de 1994 por todo lo que pasó hace tres años. Fue muy duro y no se lo deseo a nadie", dijo un emocionado Olazábal en la conferencia de prensa.
"Además -- siguió diciendo Olazábal -- ganar un major puede ser casualidad, pero cuando logras el segundo eso te pone en otro nivel".
Francisco Aleman es el comentador de golf para ESPN Internacional y comentarista deportivo en Latino America.